Por Flavia Pereyra, Jefa de control de Ingresos de Gestion Compartida.
En la Actualidad más del 54% de los argentinos posee una tarjeta de crédito, concentrándose el 60% de los plásticos del mercado entre titulares y adicionales, en el Gran Buenos Aires y CABA.
El uso de este medio de pago se vio apalancado en los últimos años como consecuencia de la diversidad de promociones bancarias, consolidándose aún más su utilización si consideramos las preferencias de los consumidores en cuanto a la accesibilidad de créditos permanentes, a la comodidad y la seguridad que implica evitar el traslado de efectivo.
Sin embargo ésta modalidad de pago ha representado para los comercios, la contemplación y el insumo de horas imprevistas tanto de análisis como de obtención de información de las entidades a través de sus páginas, para determinar cuáles fueron sus ingresos reales, así como también para llevar a cabo las gestiones de reclamo y seguimientos posteriores en aquellas operaciones cuestionadas o contra cargadas por los usuarios de compra. El costo de no operar con un adecuado y preciso control implica asumir una posible pérdida que ronda entre el 3% y 5% de los ingresos, incluso la carencia del mismo incapacita al comercio en la identificación y reducción de prácticas habituales de clientes cuya costumbre es cuestionar sus compras para evitar el pago.
Alcanzar una solución a esta problemática planteada, es posible. El fin será el proporcionar soluciones integrales y efectivas de calidad que agreguen valor a las actividades estratégicas del negocio.
Esto implica poner en funcionamiento un conjunto de actividades destinada al análisis individual de las transacciones, que garanticen el crédito de cada operación y no se descuide la constante gestión y el perfecto seguimiento de las liquidaciones de pago. El punto inicial de esta práctica es el control íntegro de todas las cobranzas realizadas, por día y por cada uno de los puntos de venta. Luego llevar una precisa conciliación de cada cupón de pago por Entidad, sin descuidar y restar relativa importancia a las operaciones contracargadas y los conceptos que argumentan el origen de cada reclamo. El comercio debe contar también con toda la información desglosada de los conceptos descontados en sus pagos, alguno que son propios de la operación, como los cargos impositivos y las comisiones, y otros como por ejemplo la apertura minuciosa de transacciones que fueron promocionadas por bancos, con el fin de permitir al comercio evaluar la significatividad y rendimiento de cada acuerdo cerrado con las Entidades bancarias. La actividad a llevar a cabo debe garantizar la guarda de información obtenida de cada entidad, de cada página, los que constituirán respaldos en caso de ser requeridos por diversos organismos de contralor. Prever escenarios futuros a partir de poder establecer una proyección de pagos permitirá la confección de un cash flow, necesario para la toma de decisiones.
La eficientización de análisis y sobre todo del tiempo que insumen estas tareas resulta clave para cada uno de los comercios que no pueden quedar fuera del canal de pago con tarjetas, puesto le permitirán enfocar esfuerzos en la maximización de sus ventas, en la proyección futura de su situación económica y en el conocimiento de sus índices de incobrabilidad.
Gestión Compartida ofrece un servicio integral de administración y control de las operaciones realizadas a través de diversos canales de recaudación del mercado. Nuestro servicio está orientado a empresas con operatorias complejas y problemáticas particulares en la administración de su red de recaudación.