Microlearning: la capacitación busca estrategias para acercarse exitosamente a los Millennials

La gran representatividad de la generación millennial en el mercado laboral incentivó una profunda adaptación de las empresas a las necesidades y  habilidades de quienes se criaron bajo el esquema de lo tecnológico e inmediato.

 

Dejando atrás las estructuras laborales rígidas, jerarquías sumamente verticales, y objetivos únicamente remunerativos, el mercado laboral se enfrenta al desafío de cambiar su fisionomía y costumbres para adaptarse a las necesidades de sus nuevos postulantes: los millennials.  Como buena generación hija de la tecnología, los millennials incentivaron un cambio de paradigma en cuestiones laborales como los objetivos profesionales, los vínculos dentro de una oficina y hasta la capacitación laboral que requieren.

Se estima que actualmente los millennials representan el 50% de la fuerza laboral, con una proyección del 75% para 2025. A su vez, están definidos por ser una generación con estudios superiores, se calcula que más del 34% posee títulos universitarios, y no dudan en mantener una relación de desapego con su trabajo, ya que lejos de temerle al cambio presentan una gran flexibilidad a la hora de tomar decisiones para su futuro laboral.

La capacitación como garantía de crecimiento y aprendizaje constante debe ajustarse respecto a sus técnicas para captar y mantener la atención del millennial.  La combinación entre una capacitación presencial y virtual (online) es una herramienta eficiente para una interacción entre el contenido que se le desea transmitir al empleado y  sus hábitos cotidianos, los cuales en su mayoría se encuentran inmersos en la red. Se trata de generar contenidos amenos desde formatos que resulten familiares al millennial y que puedan transmitir una idea en relación a su personalidad.

En este sentido, se destaca el uso de microcontenidos que sean rápidos, memorables, y fáciles de compartir, es decir la misma clase de contenidos que consumen a diario nuestros millennials. Un ejemplo de microcontenido son los GIFS, los “memes”, imágenes, o videos de corta duración. Estos se insertan en un contexto de microlearning, también conocido como cápsulas de aprendizaje, que tiene en cuenta un aprendizaje fragmentado en lugar de brindar una gran cantidad de contenidos al mismo tiempo.

Esta nueva generación que rápidamente va ocupando el mercado laboral significa también un beneficio para las empresas que tengan la decisión de abandonar viejas estructuras para poder dar lugar y utilidad a ideas frescas e innovadoras.

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